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2. Relajación Programada
Este tipo de relajación se realiza cuando la persona tiene autocontrol de su cuerpo, es un método que resume el anterior, para ser llevado en diez pasos, pero además de esto la persona debe estar en la capacidad de relajarse y programar una situación o un resultado determinado; por ejemplo, después de un arduo trabajo hasta altas horas de la madrugada y sabiendo que en la mañana debe estar levantado muy temprano, relajarse y por medio de este sentir su cuerpo como si hubiese dormido las ocho horas y despertar muy temprano sin ningún rastro de cansancio.
Esto se resume en el poder de la mente sobre el cuerpo con el objetivo de controlarlo sin necesitar tomar ningún tipo de medicamento. Es uno de los tantos casos que se pueden realizar en su diario vivir, pues la persona esta en la capacidad de hacerlo en cualquier lugar o momento, solamente deberá disponer de un sitio tranquilo y sin interrupciones, de esta forma solucionará diferentes problemas o inquietudes, como recordar algo que paso tiempo atrás, controlar un dolor, un malestar o solamente desconectarse por unos instantes del entorno que lo rodea.
Básicamente lo que debe hacer es ubicar el sitio, un ambiente propicio y asumir una condición en paz consigo mismo y con el entorno, comenzando a contar desde el diez hasta el uno, asignando en cada numeral determinada parte del cuerpo para relajar, de modo que cuando llegue a cinco su cuerpo este relajado y comience con su mente del cinco al tres máximo para programar lo que necesita y lo que tiene que pasar con su cuerpo, para cuando llegue al tres este completamente relajado sin ningún tipo de pensamiento, y en el transcurso del tiempo que se programa suceda lo que ha ordenado que pase o lo que tiene que recordar.
Se debe tener en cuenta que por estar programado como un reloj, por determinado tiempo (minutos, horas, días) su despertar se llevará a cabo de la misma forma, instantáneamente, sin ningún tipo de alteración; es como despertar en la mañana sin ningún trauma.
Este ultimo ejercicio se podrá realizar de la siguiente forma:
En el número diez ordene que todos sus músculos y tendones se relajen, en el nueve ordénele a su respiración que con cadencia de ocho segundos inspirando y de diez segundos aspirando se regule, bajando el ritmo; luego en el número ocho, de orden para que el corazón se relaje, baje su intensidad y por consiguiente también su circulación en general; en el siete relaje el estomago con todas sus partes; en el seis ordene al sistema renal su relajación y en el cinco a sus sentidos teniendo en cuenta que en la práctica durante el periodo del diez al cinco ya se debe estar llevando a cabo esto, para que cuando llegue al cinco solo sea dar la orden a todos los sentidos para desconectarse por completo; luego en el cuatro entréguese a ese espacio en blanco que solo se encuentra en el silencio de su interior donde no hay incógnitas solo claridad y todos los miedos odios y rencores pierden cualquier validez y su actitud ya no es a la defensiva, no se acusa a nadie pues solo es usted, analizándose, contestando sus interrogantes, dándose cuenta de sus errores y admitiéndolos, sin culpar a nadie, regocijándose en su gozo espiritual para poder orar a Dios sin titubeos, como un hijo habla con su Padre, con la verdad; ese es el objetivo de cualquier tipo de relajación, para luego en el tres ordenar lo deseado y el tiempo en el que quiere que se realice, teniendo en cuenta que lo que se pretende hacer no se encuentra fuera de su alcance o de su capacidad como cuerpo, para no entrar en malos entendidos de imaginar que se puedan realizar cosas extremas (Baste agregar que la fe mueve montañas), para las cuales se debe estar en otro nivel ya que al llegar al dos y el uno se cuenta inconscientemente, cumpliendo con su meta.
Para lograr lo anterior se debe realizar un trabajo constante y responsable, prácticamente una disciplina.
Estos ejercicios los podrá realizar todos los días, de acuerdo a la disponibilidad de su tiempo; le aconsejamos realizarlo para entrar en paz consigo mismo.
3. Meditación:
Cuando hablamos de Meditación, hablamos de cavilar profundamente en determinado pensamiento o idea, para esto la persona primero tiene que haber logrado controlar su cuerpo con la relajación; cuando su cuerpo este completamente relajado, usted proyecta su pensamiento en algo que usted quiera o necesite, ya se encontrará en un momento de paz y tranquilidad interior, encontrará soluciones a un problema, enfermedad o dolencia.
Existen varios tipos de meditación como son:
La meditación que se emplea normalmente en nuestra vida diaria, es decir pensando en la cotidianidad, donde simplemente divaga nuestro pensamiento.
La meditación que se hace con el cuerpo relajado, donde se pretende el aislarse, conocer sus miedos o simplemente mirar nuestro interior, buscar la paz y la tranquilidad .
La meditación enfocada o determinada, es el programarse para llegar a determinado punto, ya sea solucionar un problema, una dolencia o enfermedad o simplemente responderse un interrogante.
Si realiza los ejercicios aquí descritos en la mañana, puede meditar sobre el nuevo día que va a empezar y como le gustaría que se realizara, como puede usted solucionar algún problema que dejo pendiente; la meditación le ayudará para que resuelva algunas inquietudes y lo hará de manera imparcial sin que se deje influenciar por sus sentimientos; si usted siente alguna dolencia con la relajación esta permitiendo que sus energías se nivelen pero si es muy fuerte en su meditación usted puede con su mente bloquear ese sentimiento.
Si practicamos la relajación dirigida, podemos pensar que en los pasos dos y uno nuestra mente esta dispuesta a meditar en un plano mucho más alto o espiritual.
Cuando comenzamos a meditar, nuestra mente esta abierta a dejar entrar sensaciones y situaciones distintas a las que normalmente conocemos, de ahí la explicación anteriormente dada sobre la sensibilidad que adquiere nuestro cerebro debido a la poca oxigenación; además en nuestra vida diaria necesitamos disponer de estos momentos para aislarnos del mundo agitado en el que vivimos para encontrar un espacio de tranquilidad.
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